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Publicamos este artículo con la intención de darles una idea sobre lo más esencial en Marruecos: las Ciudades Imperiales, o la tierra de los príncipes que no solamente tienen una gran historia que ha sido de mucho interés para todos los visitantes del país, sino que es algo esencial para entender el reflejo de la larga historia de Marruecos en la actualidad. De hecho, saber informaciones de nuestro destino antes de recorrerlo es siempre la mejor manera que nos permite gozar de una experiencia fascinante.
Es interesante saber que un país tan exótico como Marruecos, ha tenido cuatro ciudades imperiales a lo largo de los siglos. Cuatro maravillas donde seguir las huellas que ha dejado el pasado en ellas, en cada rincón de sus medinas, callejones, puertas, palacios, jardines, mezquitas, monumentos, etc. Esas cuatro ciudades imperiales son las ciudades más visitadas en Marruecos; Fez con su primera universidad de Al-Qaraouine, Meknes con su gran y maravillosa Puerta de Bab Mansour, Rabat con su torre Hassan gemela de la Giralda y Marrakech, la ciudad de los 7 Santos con sus magníficos monumentos y palacios.

Fez, la ciudad de los mil laberintos:

Empezando con la capital espiritual, artesanal y religiosa de Marruecos: Fez. Fundada por Idris I entre 789 y 808, fue capital imperial por la dinastía Idrisí, la dinastía Mariní, la dinastía Saadí y la dinastía alaouí de 1666 a 1672 y de 1727 a 1912. Sería una excelente experiencia poder viajar a una ciudad tan fenomenal que se distingue por gran historia y gran impacto a nivel nacional.
Detrás de su mágica Puerta Azul o Bab Boujloud está otro mundo a experimentar. Con mezquitas, escuelas coránicas, zocos, tiendas, medina antigua, curtidurías, el Palacio Real de Dar Al-Majzén y calles que no han cambiado hace 1000 años. Además es una obligación ver la primera universidad construida en el mundo entero: Al-Qaraouine y la fuente Nejjarine.
En Fez, ninguna aventura supera perderse entre los calles del casco antiguo. Fez tiene dos sobrenombres: “la ciudad de los Mil Laberintos” por tener 9000 calles y ¨la ciudad de las Mil Mezquitas¨ ya que cuenta con 185 mezquitas. Su medina fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1981, en ella puedes disfrutar de una excursión guiada, puedes acercarse a la vida cotidiana de la gente local, ver las mercancías, casas tradicionales, estrechas calles, hornos públicos, baños árabes o Hammam, fuentes ornamentales, etc.
Fez se divide en dos partes: Fez el Bali que es la zona antigua de Fez, donde está la más bella puerta monumental de Bab Boujloud, la Plaza Nejjarine, donde está el centro del zoco de los artesanos carpinteros, la Medrasa Bou Inania y Attarine, la Plaza Seffarine donde está el zoco de los artesanos del hierro y el latón, Curtidurías Chouara, las tumbas Merindes que son un punto que ofrece la mejor vista panorámica de toda Fez, la mezquita Al-Karaouine que remonta al año 859. La segunda parte seria Fez El Jdid o la zona nueva donde está el famoso barrio judío La Mellah, y el Palacio Real.
Otra de las más hermosas cosas que disfrutar en Fez sería pasar la noche en un riad, un pequeño palacete que los comerciantes árabes han construido no solamente en Fez, sino en varias ciudad marroquíes como Marrakech. El riad tiene un patio central, fuente en el centro, jardines, plantas y arquitectura arabo-musulmana.

Meknes, Versalles marroquí:

El siguiente paso nos lleva a Meknes. Su historia indica en el siglo X cuando la tribu de Meknassa se instaló allí, construyeron su fortaleza y le dieron el nombre con el que está conocida actualmente: Meknes. Hoy en día es la capital administrativa de la región de Fez-Meknes. Se ubica a unos 60 Km al oeste de Fez y unos 138 Km al este de Rabat.
Meknes alcanzó su apogeo gracias al Sultán Moulay Ismail, segundo gerente de la dinastía alaouí, quien la ha embellecido con grandes murallas y no es de extrañar que fue nombrada capital ismaelí. Durante su mandato que duró 55 años, el sultán Moulay Ismail hizo de Meknes una bellísima ciudad amurallada donde el arte marroquí y la arquitectura hispano-morisca están muy presentes en cada rincón de ella. Tiene como sobrenombre “Versalles marroquí” y fue catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1996.
Si Fez destaca por la puerta de Bab Boujloud, Meknes esconde todo un mundo medieval detrás de la puerta de Bab Mansour, que es un punto obligado de visita en Meknes. Bab Mansour, la más bella puerta de Meknes con sus mosaicos y variopintos de color verde. Siendo la puerta de entrada a Meknes fue construida por el Sultán Mulay Ismail y luego la termino su hijo y alcanza los 15 metros de altura.
Si Marrakech tiene la famosa Plaza de Jamaa El Fna, donde se reúnen músicos malabaristas, turistas, habitantes, Meknes también tiene su plaza de Lahdim que significa “plaza de las ruinas”; está situada frente de la maravillosa Puerta de Bab Mansour, es un teatro al aire libre, allí hay cafeterías y restaurantes, tiendas, narradores de cuentos, encantadores de serpientes, etc. Sería fenomenal saborear un delicioso té en la terraza de algún café mientras viendo en vaivén de la gente local y su vida cotidiana.
A parte de deambular entre su casco antiguo con sus estrechos callejones, puedes explorar un sinfín de monumentos que vale la pena descubrir, como: el Mausoleo de Moulay Ismail, la Medersa Bou Inania, Medrasa Filalia, las bellas puertas de Bab Mansour y Bab El-Jemis, el Museo de Arte Marroquí en Dar Jamai, Mezquita Nejjarine, el Mausoleo Sheikh Kamel, la Prisión Cara, el Palacio de Dar EL Makhzen, etc. No pierdes la oportunidad de observar el arte hispano morisco en los rincones de Meknes
Entre los factores que quizá dejaron de Meknes un destino cada vez más popular actualmente, se cercanía a las ruinas romanas de Volubilis consideradas Patrimonio Mundial de la UNESCO, y la ciudad santa de Moulay Idriss Zerhun que está sobre la cima de una colina.

Rabat, la capital de todos los tiempos:

Rabat, la capital del reino alaouí que mantiene este estatus hasta la actualidad. Es también capital de la región Rabat-Salé-Kenitra y la segunda ciudad más populosa después de Casablanca. Rabat, atesora un patrimonio histórico y artístico de gran importancia que fue adquirido a lo largo de su gran Historia y las civilizaciones que dejaron sus huellas en ella. En el siglo XVIII fue designada como ciudad imperial por el Sultán alauí Mohammed III quien construyó el Palacio Real de Dar Al-Majzén. Actualmente, es un destino turístico fascinante y muy popular para quienes desean descubrir una ciudad imperial donde se mezcla la vida moderna con las huellas del pasado, dándonos un lugar maravilloso a recorrer.
Rabat cuenta con numerosos monumentos reconocidos como: la icónica torre de Hassan que remonta al siglo XII. Es una magnífica obra representativa de la arquitectura almohade, alcanza los 44 metros de altura y es la torre gemela de La Giralda de Sevilla y la Koutubia de Marrakech. El Mausoleo Mohammed V, sepulcro real ubicado cerca de la Torre Hassan. Allí están las tumbas del rey Mohamed V y sus hijos Hassan II y Moulay Abdullah. Es una verdadera obra maestra que refleja el arte tradicional marroquí y la arquitectura arabo-musulmana. Es curioso saber que su construcción duró 10 años y fue diseñado por el arquitecto vietnamita Eric Vo Toan. La kasbah de Oudayas, la antigua fortaleza militar que los idrisíes construyeron en el siglo XIII. Ha sufrido muchas reformas y ha cambiado de uso. En 2012 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Junto con ella podemos ver la puerta monumental de Bab El Kebir conocido como Bab Oudya. Se sigue el trayecto hasta llegar a Chellah, que fue construida en siglo I por los romanos. Es un antiguo complejo romano, medieval y necrópolis con siglos y siglos de antigüedad. Se transformó de un asentamiento fenicio en el siglo III a.c a una ciudad romana en el año 40 d.c. Fue destruida en el terremoto de Lisoba en 1755 y se inició el proceso de su restauración en el año 1956. Hoy es testigo de las culturas que pasaron por ahí. Un paseo por la zona es suficiente para darnos idea sobre cómo vivían las antiguas poblaciones. Cabe señalar que La Nicopolis de Chellah era un puerto de escala conocido como Sala Colonia situado en la orilla del río Bou Regreg.

Marrakech, la tierra de los príncipes con más monumentos Patrimonio de la Humanidad:

La última ciudad imperial de la que hablamos en este artículo seria Marrakech, la capital turística de Marruecos. Marrakech data del año 1062, fue construida por los almorávides y le tocó la buena suerte al ser la capital del Imperio Almorávide y Almohade. Es la ciudad marroquí que quizá posee de muchos monumentos Patrimonio de la Humanidad.
Marrakech, es un destino turístico muy popular y fascinante. Es el lugar favorito de cada turista que desea retroceder el tiempo a la era de los príncipes y observar con sus propios ojos las huellas del pasado sobre cada sitio en Marrakech, donde se despiertan hermosas sensaciones con olores, colores y lugares pintorescos. Dicen que «la felicidad contagia » y Marrakech es uno de esos sitios donde hay mucha felicidad y muchos bellos momentos a experimentar.
Pasea por la Medina de Marrakech, catalogada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1985. La ciudad vieja es un lugar de visita obligada, no solamente por la parte histórica sino por ser una buena opción para explorar el fondo de Marrakech, y observar muy de cerca la vida cotidiana de los marroquíes.
Visita la mezquita Koutoubia ha sido edificada en el siglo XII. Es la gran mezquita de Marrakech y el mejor modelo del arte almohade. Su minarete es el lugar más elevado en toda Marrakech ya que alcanza los 77 metros de altura. La leyenda cuenta que cuando se construyó esta mezquita empezó a sangrar hasta convertirse toda en color rojo, siendo este el color que predomina en todas las demás construcciones de Marrakech hasta tal punto de ganar el sobrenombre de ciudad Roja.
Déjate seducir por la plaza de Jamaa El Fna. Ninguna otra descripción puede definirla exactamente tal como: Teatro al aire libre. Lugar donde hay mucho talento a disfrutar. Desde narradores de cuentos hasta bailarines, músicos, vendedores de agua con su vestido tradicional, comerciantes, malabaristas, encantadores de serpientes, puestos de comida, zocos pintorescos y restaurantes al aire libre. Quizá esta es la razón por la que Jamaa El Fna sea la zona más animada en Marrakech. La Plaza de Jamaa El Fna logra sacar su lugar en la Lista del Patrimonio Cultural Inmortal de la Humanidad por la Unesco. Entusiasmo, alegría, y atmósfera única son los adjetivos que mejor describen la Plaza de Jamaa El Fna.
Nuestra estancia en Marrakech debe incluir visitar al Palacio de la Bahía que data del siglo XIX con una extensión de 8 hectáreas de superficie y que cuenta con más de 150 habitaciones. El barrio judío de la Mellah donde hay un mercado cubierto con todo tipo de especias y remedios caseros. La Mezquita y Madrasa Ben Youssef que data del siglo XIX. El Palacio Badi construido en la segunda mitad del siglo XVI. Las tumbas Saadies donde están los miembros de la Dinastía Saadi, magnífico sitio monumental que data el siglo XVI. Los Jardines de la Menara, proyectados en el siglo XII, hermoso sitio con pabellón y dársena rodeados de huertos y campos de olivos. Jardín Majorelle obra del arquitecto francés Yves Saint Laurent

Las Ciudades Imperiales de Marruecos son historia viva hace siglos, son una buena muestra las civilizaciones antiguas y vestigios de grandes imperios que enriquecieron la historia del Marruecos actual y le dieron mucho encanto. Despiertan en ti muchos colores, olores, gustos, sonidos y todo un mundo distinto. Esas cuatro ciudades imperiales de Marruecos son de obligada visita en tu recorrido hacia nuestro país

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